Centro religioso en Portugal. Luz natural y artificial para el ambiente litúrgico

El Centro Pastoral de Moscavide en Portugal es un ejemplo de arquitectura contemporánea creada por el estudio Plano Humano Arquitectos donde el ambiente se vuelve etéreo, litúrgico e iconográfico

El Centro Pastoral de Moscavide está compuesto por una serie de estructuras que incluyen salas de catequesis, capillas funerarias y la residencia parroquial. La proximidad y la conexión con un edificio que aplicaba para convertirse en patrimonio arquitectónico de interés nacional (la Iglesia de Santo António di Moscavide), que proporcionaba salas para el diálogo y el encuadre

Construyo dos volúmenes

Los dos edificios se destacan como hitos de dos períodos que, aunque diferentes, se complementan entre sí como puntos de referencia en la comunidad. Conceptualmente, los Arquitectos proyectaron un volumen simple en articulación con la iglesia adyacente que era algo monolítico. Al mismo tiempo, el nuevo edificio presenta detalles contemporáneos, en particular en los materiales utilizados, tales como: hormigón, paredes blancas dentro del volumen espacial y la conexión del edificio con la luz natural circundante, que siempre ha estado presente en todo el proyecto

Construyo dos volúmenes

El uso diferenciado de los espacios internos debido a sus diferentes valores dictaminó la visualización programática que progresaba desde el público hacia espacios más privados, dejando atrás, en un entorno más aislado e introspectivo, el acceso a las capillas funerarias. Desde el otro lado del camino de Moscavide es posible acceder a la entrada principal del edificio y a la residencia parroquial, cruzando todo el centro, en estrecha conexión. La gran claraboya central que unifica todo el espacio brilla dota al interior de una luz alta, fuerte y constantemente presente

Construyo dos volúmenes

Además, la luz del sol también brilla en las capillas, creando una analogía con los evangelios, caracterizando el espacio y alentando el momento. Los listones delgados que cubren toda la fachada desmaterializan y suavizan su volumen austero, proporcionando una atmósfera espiritual e incorpórea, mientras que en el interior ofrecen una sensación de refugio e introspección mientras disfrutan de la vista y la luz

Construyo dos volúmenes

El resultado final es un edificio simple, limpio, elegante, auténtico y casi grosero en términos de materialidad, que junto con el trabajo volumétrico de los espacios y la diafonía entre la luz natural y artificial, se traduce en un edificio gráfico que nos transporta a un ambiente etéreo, litúrgico e iconográfico

Construyo dos volúmenes

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