Microestructura rural en la provincia de Belluno. La Casa de las Abejas es de madera

El arquitecto Massimiliano Dell'Olivo realiza un pequeño edificio de madera, en Canale d'Agordo, en la provincia de Belluno, en Veneto, capaz de albergar más celdas habitacionales para abejas: enseñanza de los apicultores que decidieron proteger las colmenas en estos pequeños edificios. Edificios similares se extienden por todo el arco alpino y nacen con el objetivo de proteger las colmenas del frío y de la intemperie. Son estructuras aisladas situadas cerca de la casa principal y tienen un plano rectangular alargado. Esto permite organizar la mayor cantidad de colmenas a lo largo de la fachada orientada hacia el sur, alineadas en una o más filas superpuestas

El sistema de marcos tradicional que caracteriza a los edificios rurales de los valles alpinos proviene del proyecto reinterpretado en clave contemporánea. La necesidad estructural de sujetar la estructura y la necesidad funcional de apoyar las colmenas son las que han generado el motivo estético de las dos fachadas principales. El concepto de estructura/esqueleto y relleno/piel del edificio es revelado por la dicromía de las fachadas

El volumen consta de ocho partes principales unidas entre sí, que han sido diseñadas para tener tal peso y dimensiones que pueden ser transportadas e instaladas fácilmente por dos personas. El proyecto favoreció la elección de materiales naturales y reciclables. El color rojo caracteriza los elementos estructurales y la madera deja los muros cortina naturales. Rojo como la enrosadira, ese fenómeno natural que colorea los picos de las Dolomitas en cada puesta de sol

El volumen interno consta de tres áreas funcionales distintas, identificables en tres líneas paralelas entre ellas. A lo largo de la fachada sur hay colmenas dispuestas en dos niveles diferentes, a lo largo de la fachada norte se almacenan las alzas y las herramientas apicultoras, y finalmente la franja central es el lugar de trabajo del apicultor durante sus visitas al colmenar. Dos puertas dispuestas simétricamente a lo largo de las fachadas menores y disfrazadas dentro del revestimiento de madera dan acceso al espacio de trabajo

El techo, ligeramente inclinado hacia el norte, parece ligero y desmaterializado por la diferencia deseada con respecto al volumen puro del edificio y la sombra de la proyección. El recubrimiento del techo en chapa de aluminio corrugado garantiza la máxima capacidad de reciclaje y el mantenimiento de su rendimiento en el tiempo

El pequeño edificio fue diseñado siguiendo el principio de desmontaje: de hecho, los componentes están conectados entre sí por medio de juntas, tornillos y pernos. La madera de abeto de la estructura y los muros cortina provienen del mercado local a cero kilómetros. La conexión a tierra es totalmente reversible, de hecho, los cimientos están formados simplemente por nueve ladrillos de cemento colocados ligeramente incrustados en el suelo

El arquitecto Massimiliano Dell’Olivo encuentra referencias arquitectónico-urbanísticas en estos pequeños edificios rurales: primero Le Corbusier con su Unitè d’Abitation y luego Arturo Soria con la Ciudad Lineal. Para esta arquitectura pequeñísima, con un presupuesto mínimo y autoconstruida, el diseño también se ha extendido a colmenas pequeñas, diseñadas para adaptarse al clima alpino y luego pintadas en colores brillantes para ayudar a la orientación de las abejas