El estudio brasileño Mk27 quería crear una arquitectura que actuara como un enlace entre el arte y el diseño, desarrollando un espacio que no sea solo una residencia sino un museo íntimo
Casa Rampa en São Paulo. Fachada de madera como una funda que se pliega hacia el interior
Una obra residencial y de exhibición, entre arte y diseño, el proyecto del estudio brasileño Mk27 quería crear un espacio que fusionara todos estos elementos, donde el pegamento es la arquitectura misma
Una colección importante de arte africano se coloca sobre muebles de madera en la sala "Casa Rampa". Los propietarios tienen la intención de convertir la casa en una base cultural en el futuro, por lo que han ubicado la residencia en un barrio tranquilo de SãoPaulo. El uso de espacios sociales fue creado para resaltar el arte africano en una delicada experiencia de exhibición en la que el arte se fusiona con los objetos cotidianos y la vida doméstica. Sillas, sillones y mesas se mezclan para resaltar la arquitectura de la casa y las obras de arte
Una rampa de 25.50 metros de longitud actúa como un enlace entre el piso de la sala de estar y el primer piso, donde también se encuentran las oficinas: organiza el fondo arquitectónico interno y le permite observar los espacios desde diferentes perspectivas. Esta circulación entre los pisos ocurre de manera fluida, como un interludio entre el área colectiva y la íntima
Esta arquitectura formula una continuidad espacial radical entre el interior y el exterior, no solo a través de las grandes estructuras de vidrio deslizantes, sino también a través de la consistencia en el uso del mismo material tanto dentro como fuera. La fachada de madera se pliega hacia el espacio interno, convirtiéndose en el revestimiento mismo, que a su vez se pliega en la sala de la rampa para formar una fachada interna
Este edificio tridimensional con fachadas de listones de madera determina la estructura y los volúmenes de la casa, como una caja sobresaliente en voladizo sobre las paredes laterales de hormigón a la vista. Los pilares distribuidos racionalmente en todo el espacio interno completan el sistema estructural y contribuyen a la creación de grandes luces de hasta 9,70 metros. El fondo de la rampa, y de toda la habitación, otro muro de hormigón que crea un ambiente austero y minimalista hecho de materias primas y naturales
La terraza de 4 metros funge como una gradación entre el exterior y el interior, creando un espacio habitable cubierto y abierto. Esta solución se comunica con la tradición de la arquitectura brasileña, que también aparece en los paneles de madera de la fachada, realizados con un pequeño soleil de latón de 2 cm de ancho y 7 mm de separación, estos elementos permiten el sombreado de las habitaciones, con el mantenimiento de circulación de aire. El resultado es un espacio interior térmicamente agradable durante todo el año
La libertad de espacio caracteriza a esta obra, donde los pasajes son los materiales y el mobiliario, una fusión completa entre el interior y el exterior, entre vida cotidiana y arte
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